agosto 02, 2010

Después de mucho sin poder dormir

Hace tiempo que no me pasaba. La angustia de la madrugada. Hace frío pero la verdad no me importa, porque hace frío y no estás tú. Con tu roncar todo era menos complicado y aunque no lo creas era menos complicado dormir. No puedo trabajar y sigue la angustia. No sé cuántas horas más voy a postergar los pendientes. No sé cuándo colgaré la persiana, arreglaré la gotera del baño, compraré comida. No sé en cuánto tiempo más empiece a recomponerme.

Hay pedazos tuyos tirados por todos lados. Te encuentro cada vez que no te busco y cuando te busco te escondes y no te encuentro. La ropa de pronto ha vuelto a oler solo a ropa y no sirve para dormir abrazada a ella.

Yo he vuelto a ser solo yo. He vuelto a vivir realmente sola, sin complicidades ni responsabilidades compartidas.

No me importa si se inunda el baño. Ya no como en casa ni preparo fideos en salsa blanca con maní molido. Te culpo a ti de mi gastritis, a ti que no sabes de culpas solo sabes estar lejos.

Me asusta un poco tanto silencio, me asusta también ya no poder llorar, pero me asusta más tanto silencio.

Siempre encuentro una canción para cada momento. Siempre digo esa canción es para tal, para tal y cual, esa es para mi en este momento. Pero tú no tenías una canción, tú no aparecías en mis sueños y nunca tuviste una canción. Tal vez por eso tanto silencio. Tal vez por eso no quiero dormirme aunque tal vez solo sea porque no quiero despertarme.

Hay cosas que uno aprende con el paso del tiempo. Aprendes a ser responsable, aprendes a controlar tus impulsos, aprendes a leer, aprendes a sumar. Pero hay cosas que yo no aprendo. Siempre llega la noche en que ataca la angustia, la noche sola, silenciosa y eterna. Y como tú eres tú a no pensar en ti yo decididamente no aprendo.

Ahora veo Los Simpson sin volumen cuando estoy sola. Es como tú que estás ahí pero calladito, distante y doloroso como si hubieras vuelto. Ojalá te borrara la angustia de la madrugada. Y si no te borrara ojalá estuvieras aquí al desayuno, con esos panqueques, con leche chocolatada y con huevos revueltos.

Ojalá me dejes dormir con tus ronquidos y ojalá te mantengas lejos.

No hay comentarios: