octubre 25, 2010

Pensando en nada que es como pensar en ti

Estoy sentada hace horas viendo pasar el desierto por la ventana. No sé si voy hacia algún lugar o me quedaré colgada para siempre en una duna. Si miro el desierto tengo que pensar. Y como no pasa nada pienso en ti que es lo hago cuando no quiero pensar en nada, como leí una vez. Pienso en ti que es como pensar en el desierto.


- Nuestra historia está escrita por cientos de pequeños instantes. Fragmentos de capítulos que no llegan a ninguna parte, breves escenas en las que de pronto tu mano se encuentra por error con la mía y a los pocos segundos se desvanece.

- Nuestra historia está contada en pasado y a veces con tanta ilusión en futuro, pero nunca en presente, porque tú nunca estás aquí.

- Nuestra historia son olores, gestos, miradas, risas y miedos. Es una lista de razones para no vernos. Es una canción en tu celular y palabras siempre equivocadas y a destiempo. Nuestra historia somos tu y yo tan lejos, tan cerca, siempre tan inciertos...
Y yo sigo creyendo que lo real son esos segundos, tu mano en mi mano, tu boca en mi cuello, tu cabeza en mi almohada.

- Como si siguiera coleccionando figuritas repetidas guardo una mirada en la mesa del almuerzo, una mirada fugaz que atrapé al vuelo y que guardo hasta hoy. Llevo un abrazo impertinente y cálido de una mañana cualquiera que me cuida y me abraza cuando no estás, como hoy, como casi siempre. Tengo un beso de despedida breve y tierno de una noche en que no regresaste más. A fin de cuentas no tengo nada, no te tengo.

- Y en palabras solo guardo las mías que no sé si hoy te las regalo o es que siempre fueron tuyas.